De pie al borde del abismo, casi puedo tocar las nubes con los dedos, el sol calienta más y mi cuerpo pesa menos, todo sería perfecto sino fuera por la brisa de viento, las piedras que huyen bajo mis pies abandonando el momento y tú, jodido vértigo que me quieres dejar caer, pero en casos como estos prefiero retroceder antes que decepcionarme a mi misma.
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