113 palabras… es todo lo que necesito, después de todo, hoy me encuentro aquí con mis pies anclados al suelo, inmóviles, sin fuerzas para seguir, como si llevaran corriendo días y días, sin descanso y después de todo me detengo, la brisa me recorre y miró hacia atrás… Al principio todo es borroso, nada claro, solo sombras de lo que un día fui, fantasmas de tiempos pasados, que si bien fueron mejores, ahora me perturban y atormentan, apoderándose de cada parte de mi ser, poco a poco segundo a segundo hasta quedar vencida por las emociones, pasando a ser una simple espectadora de mi vida cual película y deseando que al fin lleguen los créditos.
P.D: Llevo un mes atascada emocionalmente y cada cosa que escribo me parece igual que la anterior pero no tiene sentido intentar relatos más felices y despreocupados aunque sin duda espero que pronto lleguen.
Experiencias fuera de mi misma.
Te miro; miro como sonríes, como te apartas el pelo de la cara y caminas. Te observo, la inseguridad te acompaña en cada uno de tus pasos, es como si hubieses perdido el rumbo, como al ciego al que le quitas su bastón y camina a tientas sumido en la oscuridad. Me acerco, me acerco y me miras, clavas tus pupilas en mí, y te siento, siento tu presencia y mi mente vuela sobre recuerdos, caminando por puertas que hace tiempo creía cerradas, pero ya nada es lo mismo. Y me zambullo en lo más profundo de ti dejando que tú lo hagas en mí e intento comprender las cosas, intento ordenar todo aquello que fue nuestro, pero es inútil.
¿Dónde ahogaste todos los sueños que guardamos? ¿Dónde tus ganas de vivir?
Y me desespero y te busco pero solo veo mi propio reflejo en ti.
En ese momento apartas tus ojos de mí y me pierdo, me pierdo para comprender que jamás seré capaz de volver a mirarte.